ANALIZA EL PROBLEMA, PUES NO SON LAS CONSECUENCIAS
“Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificados para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti. Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayas quitado el anatema de en medio de vosotros.” Josué 7:13
Buenos días familia, el Señor los bendiga.
Mis hermanos, ¿Sabemos identificar cuál es el problema de nuestros males? ¿qué es eso que no agrada al Señor, y que hacemos constantemente?
¿Será que estamos pidiéndole mal al Señor, es decir por una consecuencia y no por lo que realmente está provocando esa enemistad con Papá?
Por mucho tiempo le venía pidiendo al Señor que me ayudara en mis finanzas, a pagar mis deudas. Así lo hice en repetidas ocasiones, hasta que un día empecé a pedirle al Espíritu Santo que me enseñara a orar; que pusiera pensamientos y palabras en mi boca; y a Dios, que me revelase qué era lo que había causado esta crisis en mi vida. Así que un día, llegó a mis manos un libro sobre finanzas bíblicas, que me pareció interesante, y comencé a leer. Desde el primer minuto estaba Papá hablándome, y así lo hizo hasta el último día que terminé de leerlo.
Gloria a Dios, mi Padre respondió mi oración. Pude darme cuenta de lo que habia causado toda esta tormenta financiera
(mis problemas), y cuyas consecuencias aún estoy viviendo son mi avaricia, mi codicia, mi idolatría al dinero; y sobre todo, la mala administración que le daba a lo que Dios me había dado, lo cual no había sido poco en aquel entonces, porque fueron épocas de vacas gordas.
Familia, la oración tiene poder; pero la forma en que le pidamos a Dios y toque su corazón, activará ese milagro que tanto esperamos. Te animo para que al momento de orar, le pidamos al Espíritu Santo dirección y guía. Te aseguro que lograrás abrazar tu milagro prontamente.
Espíritu Santo, guíame en todo momento; entra a mis pensamientos y a mi corazón, y permíteme orar al Padre, así como a Él le agrada; y que Él sonría al verme rendida de manera genuina a sus pies.
Lorena Díaz Castilla
Amen