Amor bello

AMOR BELLO


¿Quién recuerda su primer amor? Ese amor inocente, puro, como los de antes, que cuando hablábamos por teléfono decíamos: cuelga tú, ¡nooo, mejor tú! y así permanecíamos, porque ninguno quería colgar; hasta que uno de los dos, por fin colgaba la llamada… jajaja. El sólo hecho de escuchar esa voz que nos resultaba dulce y melodiosa, esas palabras de cariño, impedían que uno de los dos colgara. O cuando salíamos y nos agarrábamos de la mano y ¡esa mano nos sudaba hasta decir no más!, y el corazón estaba a mil, al estar con esa persona especial.


Son esos sentimientos y sensaciones muy hermosas que experimentamos, los que hacen que nuestro corazón esté alegre.   Eso aún lo podemos percibir a diario, con nuestro Amado, con el Padre celestial, que es amoroso y te dice:  


¿Quién es esta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna,
Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?
Cantares 6:10

Papá te ve cuando te levantas y aún te espera para elogiarte desde la mañana y decirte: eres hermoso(a). Para Él, tú y yo somos lo más hermoso que sus ojos pueden ver desde la mañana. “Esclarecida como el sol”, es decir, que eres esa luz que alumbra donde quieras que vayas. ¡Qué piropos más hermosos!  ¿A quién no le gusta que le digan palabras bellas desde la mañana? Eso lo hace Papá, porque te ama profundamente.


Él quiere que ese amor vaya creciendo con los días. Él te espera como tu eterno enamorado, ese que te despierta y te mima, ese que te acompaña agarradito de su mano; ese que te aconseja, consuela, anima y te da palabras de aliento, ese que te hace suspirar. Él que no quiere colgarte el teléfono, porque quiere escucharte, ya que significas mucho. Él te espera con regalos inesperados, ese es nuestro enamorado, el que entregó su vida por nosotros. Y te dice: 


Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor (…), las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Cantares: 8:6-7


El amor de Papá, es un amor grande, inagotable; nada lo apaga.

 Ingrid Margarita Salas