AMEMOS NUESTROS PROCESOS
Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.
Deuteronomio 8:2-3
¡Buenos días familia, el Señor los bendiga!
Poderosas palabras de nuestro Padre, ¡Gloria a Dios!
Algunos días pueden ser mejores que otros, o tal vez no, y sentir que no podemos más y llegamos a pensar en rendirnos, pues no sabes que hacer. Pero en esos días es cuando más debemos acercarnos a la presencia de Dios; clamarle, no dejarnos llevar por el desánimo y pedirle al Espíritu Santo que gobierne nuestra mente, cuerpo, alma; ser sinceros con Él, decirle que no tenemos fuerzas y que nos rendimos, ¡sí, pero a sus pies!…
y cuando menos lo esperemos, nuestro Padre misericordioso traerá un refrigerio, ese maná a nuestras vidas. Recordemos cada una de las palabras expresadas por nuestro Papito y pensemos, meditemos: si así como el pueblo de Israel llegó a tener sed y hambre en el desierto, pidió y Jehová proveyó, y a ellos “nunca les faltó el maná y sus pies no se hincharon a pesar de tan larga y difícil travesía”; así también nuestro Padre misericordiosos lo hará con nosotros, sólo debemos declararlo, creer lo que decimos y sobre todo, confiar en Él.
Familia, Dios nos quiere fuertes, maduros espiritualmente; quiere guerreros y guerreras, pues como sabes, siempre estaremos siendo cazados, tentados por el enemigo. Hermanos, amemos nuestros procesos; sí, no es fácil, pero es Él quien nos soporta. No estamos solos, así que gocémonos, que entre más fuerte sean los procesos, más Dios está trabajando en nosotros. Él siempre estará con nosotros, nos anima y nos da las fuerzas para seguir adelante. ¡Somos hijos del que todo lo hace posible!
Padre, no permitas que me rinda ante esta difícil situación. Clamo a ti, ayúdame por favor, necesito creer en tu palabra, y tener siempre presente que, a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados (Romanos 8:28)
¡Aleluya, Gloria a ti mi Dios! .
Lorena Díaz
Gracias Papá por estar siempre allí, a mi lado 🙌❤️🙌