¿A DÓNDE IRÉ?
Cuando el ambiente se convierte hostil, cuando tus amigos no están, cuando la familia falla, cuando llega la enfermedad, cuando el dolor a causa de la traición se hace más fuerte, cuando la infidelidad se hace presente, cuando no clasificas en los estándares generales del mundo, cuando empiezas a perder y crees que todo está perdido… ¿A DÓNDE VAS?
La respuesta inmediata debería ser: a CRISTO. Pero, esto no siempre sucede así y sabes ¿por qué?, porque el ser humano en su inmenso desconocimiento de la soberanía suprema de Dios, se cree un súper héroe y busca un sinnúmero de salidas, para cada uno de los inconvenientes, problemas y obstáculos que se le presentan a diario y como última opción está casi siempre: la CONFIANZA GENUINA en Dios.
El ser humano se ha acostumbrado tanto a los principios y códigos de este mundo, que el obrar a la manera de Dios le parece casi imposible; pero es justo allí en esa solución imposible a los ojos terrenales, donde el poderío de Dios se hace manifiesto. Pero Él me dijo:" «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo". Cor. 12:9 NVI
La confianza absoluta en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo empieza a ser más genuina en el hombre, cuando éste agota todos sus recursos, estrategias, métodos y formas. Cuando ya no hay nada más que pueda hacer ─interviniendo él mismo─ de una u otra manera, es cuando entiende A QUIÉN DEBE IR.
Hoy, Dios quiere que te vuelvas a Él; Él es tu lugar seguro, tu más alto escondite y refugio. Hoy Él quiere que entiendas… ¡Sí! que entiendas, que nada ni nadie te puede separar de Él.
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: «Por tu causa siempre nos llevan a la muerte;
¡nos tratan como a ovejas para el matadero!» Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. Rom. 8:35-39
Hoy, Dios quiere que te vuelvas a Él genuinamente, que vayas a sus brazos y dejes que Él te ame, ese siempre será el lugar al que debes ir.
Con Amor,
Natalia Torres Estrada
Adoración: A donde iré de Lucas Consolie
Amén!! Padre. Permíteme ir siempre a tus pies, es el lugar más seguro de encontrar tu amor y misericordia, te amo Papito lindo!!!
Amén 🙏
Amén amén